Esta mañana he paseado por el mercado central, y da pena ver que ya no es lo que era… Cuando era pequeña las dos plantas estaban abarrotadas de puestos y de gente que llenaba el recinto con el alboroto típico de los viernes por la tarde. Sin embargo, desde que las grandes superficies se instalaron en el pueblo el mercado ha ido menguando de puestos… y de plantas. Actualmente sólo la planta baja sigue operativa, en donde se concentran los supervivientes, y la mayoría de puestos siguen regentados por las personas que recuerdo de mi niñez. Aún recuerdo con cierta nostalgia un día, siendo yo muy pequeñita (creo que a penas tendría 2 o 3 añitos) me quedé absorta por un botón rojo brillante situado al borde de las escaleras mecánicas. Todavía tengo la imagen en mi memoria: un botón rojo… y claro, ¿qué creéis que puede hacer una niña con un botón tan llamativo y tentador?… pues presionarlo. Las escaleras mecánicas se bloquearon de golpe y varias personas se cayeron, sin sufrir más consecuencias que un susto producido por una niña atraída por un botón rojo brillante…
Hoy he visitado un puesto de pescadería, despachado actualmente por los hijos del matrimonio que ya se ha jubilado. Y lo que me gusta de estos puestos es que siempre te ofrecen algún producto que en una gran superficie es difícil de encontrar, así como trucos y recetas. Gracias a ellos he descubierto un manjar: las colitas de rape, y una nueva receta: colitas de rape en cazuela.
Hay varios modos de prepararlas: desde la más elaborada (colitas de rape en salsa romesco) hasta la más encilla, que es la que os propongo a continuación. Simplemente necesitaréis para dos personas unos 200gr de colitas de rape, 4 o 5 dientes de ajo picaditos y unas 4 guindillas. Aceite de oliva virgen extra y sal.
Calentamos el aceite y doramos un poco los ajos y las guindillas, añadimos a continuación las colitas de rape y doramos todo. Añadimos sal (que puede ser Maldon) y ya está, un aperitivo muy novedoso (por lo menos para mí).