Bienvenidos a esta vuelta al cole tan extraña, llena de burbujas, mascarillas y geles hidroalcohólicos. Me hubiera encantado incorporarme a mi puesto de trabajo en el instituto, pero los médicos me han recomendado reposo… y es que Carmencita me está dando guerra (miedo me da cuando nazca).

Menos mal que formo parte de este maravilloso grupo de cocina y cada mes nos retan a superarnos con recetas sencillas a la vez que extrañas. Este mes a nuestra querida Toñi, del blog Qué se cuece en mi cocina, se le ocurrió retarnos a elaborar un delicioso postre medieval: manjar blanco o menjar blanc. El comidista tiene un reportaje muy amplio sobre el origen y elaboración de dicho postre. Tan solo me gustaría subrayar que en su origen incluía pechuga de pollo… en un plato dulce. He estado tentada a elaborar la receta lo más fiel posible a sus orígenes e incluir pollo… pero sinceramente no me he atrevido.

Para elaborar esta receta he seguido las indicaciones del blog Alimente con alguna ligera variación.

Ingredientes:

1 litro de leche de almendras

100 gr de azúcar

50 gramos de almidón de maíz

2 palos de canela y

la piel de un limón

Del litro del leche separamos un poco en un vasito para desleír la maicena. Poemos el resto de ingredientes a calentar en un cazo. Cuando comience a hervir incorporamos la leche con la maicena.

Removemos con unas varillas y colamos. Vertemos el manjar blanco en unos tarritos, dejamos enfriar e introducimos en la nevera.

Se puede consumir así o usarlo a modo de relleno para alguna tarta.

Seguro que mis compañeras nos sorprenden con sus elaboraciones AQUÍ