Bienvenidos a esta vuelta al cole tan extraña, llena de burbujas, mascarillas y geles hidroalcohólicos. Me hubiera encantado incorporarme a mi puesto de trabajo en el instituto, pero los médicos me han recomendado reposo… y es que Carmencita me está dando guerra (miedo me da cuando nazca).
Menos mal que formo parte de este maravilloso grupo de cocina y cada mes nos retan a superarnos con recetas sencillas a la vez que extrañas. Este mes a nuestra querida Toñi, del blog Qué se cuece en mi cocina, se le ocurrió retarnos a elaborar un delicioso postre medieval: manjar blanco o menjar blanc. El comidista tiene un reportaje muy amplio sobre el origen y elaboración de dicho postre. Tan solo me gustaría subrayar que en su origen incluía pechuga de pollo… en un plato dulce. He estado tentada a elaborar la receta lo más fiel posible a sus orígenes e incluir pollo… pero sinceramente no me he atrevido.
Para elaborar esta receta he seguido las indicaciones del blog Alimente con alguna ligera variación.
Ingredientes:
1 litro de leche de almendras
100 gr de azúcar
50 gramos de almidón de maíz
2 palos de canela y
la piel de un limón
Del litro del leche separamos un poco en un vasito para desleír la maicena. Poemos el resto de ingredientes a calentar en un cazo. Cuando comience a hervir incorporamos la leche con la maicena.
Removemos con unas varillas y colamos. Vertemos el manjar blanco en unos tarritos, dejamos enfriar e introducimos en la nevera.
Se puede consumir así o usarlo a modo de relleno para alguna tarta.
Seguro que mis compañeras nos sorprenden con sus elaboraciones AQUÍ
octubre 6, 2020 at 11:02 am
La verdad es que a mi lo del pollo no se me ha ni pasado por la cabeza, ya solo no me ha llamado la atención, con que así… Carmencita está entusiasmada con la de cosas buenas que preparas!!! Un beso